- Los límites de nuestros temas y nuestros conocimientos.
- La literatura hoy en día como un gran mercado.
- Los cuentos de antes.
- El texto de Víctor Moreno De la competencia lectora a la competencia literaria.
A continuación expongo algunas de las ideas de cada uno de los puntos.
¿Son los límites de nuestros temas/lenguaje los límites
de nuestros conocimientos?
¿Y los de nuestros alumnos?
Relacionado con el "mito de la caverna" de Platón |
Llegamos a la conclusión de que los temas de
los alumnos son los que les interesan a ellos, cada uno tendrá sus
preferencias. Sin embargo sus límites no tienen por qué quedarse ahí, también nosotros
podemos proponerles temas, tanto como para leer como para escribir.
Podemos ir más allá de nuestros temas y, de
esta manera, ampliar nuestros límites. Con esta afirmación no solo me estoy
refiriendo a la escuela, sino también estoy hablando a nivel de la vida
cotidiana. De la misma manera esto también incluye no pensar solo en leer, ni
en lo que está escrito. También debemos centrarnos en la importancia que tiene
el ampliar nuestros temas para la expresión escrita y la oral.
En relación al aula, el maestro puede y debe
proponer más temas (dándoles información, creándoles curiosidad por otras cosas
donde ellos todavía no se han asomado, proponiendo nuevos temas tratando de que
no lo vean como una imposición, intentando provocarles para que ellos indaguen
por su cuenta) para ampliar sus conocimientos.
Los periódicos, la prensa diaria puede ser un buen recurso para ello, ya
que ofrecerles lecturas y recursos diversos es importante. También en los
diferentes medios de comunicación se puede encontrar una buena herramienta para
expandir sus temas.
¿Y cómo lograr que se abran a otros temas? Si
se limitan siempre a 2 o 3 temas y no son conscientes de ello no es fácil
corregir ese hecho. Hay que hacerlos conscientes de ello. Para ello provocar la
curiosidad hacia otros temas y ofrecerles lecturas diversas. También ofrecerles
otros medios donde buscar la información.
Y sin embargo siempre se nos pueden presentar algunos niños demasiado obstinados en
cuanto a no abrirse a otros temas. Debemos tener en cuenta a estos niños, ya que en casos concretos puede ser que por
problemas en su familia o en su ambiente les puede llevar a encerrarse en
algunos temas. La apertura, en general, es buena. Lo mismo para los
adolescentes.
También hablamos de la literatura como un gran mercado
Incluimos también la literatura infantil. Es más, los mercados suelen
tratar de captar al público infantil porque es un mercado relativamente fácil,
asequible, rentable... Si un niño le pide a su padre que le compre un cuento, normalmente este no se negara a ello, ya sea porque está contento de que su hijo se interese por los libros (y, ¡eh!, eso está bien), porque quiere demostrarle a su niño cuanto le quiere dándole todos los caprichos que pida, o simplemente por que el chiquillo se calle un rato. Además no solo los padres los compran, los libros también se hacen tanto para para las bibliotecas o los centros escolares. Es por ello que cada vez se diseñan cuentos más llamativos, con toda clase de vivas ilustraciones, tacto agradable y visualmente atractivos. No obstante tendríamos que analizar si los contenidos que ofrece en su interior son igualmente positivos.
Desde esa perspectiva crítica tenemos que
considerar lo que se llama literatura infantil y juvenil y lo que se vende como
si así lo fuera. Hay cuentos que están muy bien escritos y realmente aportan aspectos a nuestros alumnos, pero hay otros que son horribles y debemos saber analizarlos para distinguirlos.
Hablamos de los cuentos de antes
De cómo antes esos cuentos que tenían que ver con la tradición oral eran para todos, tanto para grandes como para pequeños. Se contaban en muy diferentes momentos del día y normalmente eran el acompañamiento perfecto para quienes hacían labores de casa o del campo. Debemos pensar en esa época como un tiempo en el que todo se hacía a mano: lavar la ropa, el pan, arar el campo... se tardaba mucho más que hoy en día en hacer cualquiera de esas labores. También, puesto que no había ni radio, ni televisión, ni nada que pusiese sonido de fondo, es lógico pensar que aprovechaban esos momento para intercambiar historias.
Algunos aspectos importantes a tener en cuenta de los cuentos:
- Podría ser una manera de enseñar a hablar. También era una forma de transmitir valores, enseñanzas a través de historias con moralejas.
- Los cuentos, la literatura oral y tradicional tiene una serie de características:
- En principio es anónima, el cuento no es de nadie en concreto sino del pueblo en general. La gente, cuando lo cuenta, lo transforma y lo cambia y modifica. Puede ser que más adelante escritores como Perrault pudieron agruparlos en una sola obra escrita, pero en principio eran orales y anónimos.
- Van asociado a lo popular. Es diferente a lo culto en cuanto a que obras asociadas a ellas están escritas y se conoce quien el el autor en la mayoría de los casos. En los cuentos sin embargo y tal y como hemos señalado antes no se conoce el autor y, al principio se transmitían de manera oral.
Acerca del documento "De la competencia lectora a la competencia literaria" de Víctor Moreno
Este artículo nos habla de cómo las ideas de las competencias está relacionada con los procesos de enseñanza y aprendizaje En este artículo nos habla de las competencias
literarias. Esta idea está sobre todo vinculada a lo que es la enseñanza y el
aprendizaje en lo que es el principio del siglo XXI (porque no sabemos cómo
evolucionará más adelante el siglo).
Tiene que ver con todo el movimiento relativamente
novedoso que se ha desarrollado en Europa en los últimos años, provocado debido
al cambio que ha habido en la sociedad y, según el cual, lo que tenemos que
hacer es estudiar y aprender a aprender autónomamente para toda la vida, tanto
en el sentido personal como en el profesional. Hoy en día, quien tenga un
puesto fijo, lo normal es que tenga que renovarse para seguir saber utilizar
máquinas y programas nuevos. En cuanto al mundo personal, vamos a seguir leyendo,
escuchando música… toda la vida.
Esto debe ser reflejado en las aulas de hoy en
día. Debemos procurar hacer alumnos competentes que sepan construir, pensar,
hacer. La idea esa de solamente transmitir
contenidos se está desterrando de las aulas.
Vinculado con esto relacionamos la competencia
literaria. Entre las competencias básicas, una de las más básicas ya que, entre
otras características, es transversal, es la competencia lingüística. En ella
se incluye lo que tiene que ver con leer (competencia lectora), escribir
(competencia escritora) y escuchar, hablar e interactuar (competencia oral).
A estas competencias lingüísticas se le añade
(aunque no forman parte de ellas) otra que no está entre las competencias básicas
pero que nos interesa: es la competencia literaria (transversal porque la
literatura nos puede servir para conocer otros mundos).
Lo mismo que en la enseñanza aprendizaje de
los idiomas, el documento habla de las competencias lingüísticas trabajadas de
manera que sean los alumnos los protagonistas del aprendizaje. Si trabajamos las
competencias de esta forma no solo se tienen que ver las reglas gramaticales,
autores, obras, géneros, etc. sino también lo más importante, que es aprender a
hablar
Hoy en día se habla de los enfoques
comunicativos. Donde lo que se dice es que las competencias ligüísticas se desarrollan
trabajándolas y, sobre todo, dando a los alumnos la oportunidad de que sean
ellos los protagonistas, los que hablen y los que trabajen, no tanto estudiando
gramática, sino escribiendo, leyendo y hablando. Esas ideas las traspasamos al enfoque
de literatura:
- La competencia literaria tiene que ver con un aprendizaje literario más práctico, mas comunicativos, donde sean los alumnos los protagonistas al aprender. A las competencias lingüísticas, como se ha mencionado antes, debemos añadirle también las competencias literarias. Dentro de la competencia de literaria no solo podemos leer sino que también debemos escribir. Por ello añadimos a la idea de leer la idea de los valores literarios, la lectura crítica desde el punto de vista de qué valores artísticos/estéticos tiene una obra, qué características estéticas tiene una obra determinada (por ejemplo, un poema es diferente de un cuento y este a un teatro). Al mismo tiempo que leemos o escribimos obras de teatro o cuentos o poemas, podemos aprovechar añadiendo elementos y haciendo con los alumnos reflexionen sobre la forma y los valores artísticos. Así estaremos trabajando y haciendo que desarrollen su competencia literaria.
Como dice en el artículo Víctor Moreno, la
idea de enseñar literatura y trabajarla tiene varias finalidades, que podemos
clasificarlas en exógenas y endógenas:
- Endógeno: para desarrollar la competencia literaria del alumnado (rescatar la información explícita e implícita de un texto; extraer inferencias contenidas; valorar lo que se dice, cómo se dice, lo que sugiere y lo que nos impacta; organizar la información; etc.)
- Exógeno: hacia afuera, el libro como una terapia, un instrumento de curación.
Cuando leemos literatura, por una parte queremos
intentar llegar a la conclusión de cuáles son los valores literarios que nos
ofrece dicha obra al margen de su contenido específico, de su argumento, porque
la literatura, obviamente no es solo un argumento.
Las mentes infantiles también están capacitadas para hacer eso y les sirve para desarrollar un aprendizaje en todos los sentidos, así como para ser competentes lingüística y literariamente. Eso podemos trabajarlo a través de formular preguntas de forma que les haga reflexionar no solo acerca del argumento, sino también sobre la forma, el cómo está escrito, a partir de actividades como explicitar por qué nos gusta un libro o por qué no (porque el cuento está muy
bien contado, porque utiliza palabras que me gustan, porque es un cuento
interactivo que me permite formar parte y decidir cómo sigue, etc.).
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