Profesora de la asignatura

Mº Consolación Allue Villanueva

miércoles, 22 de mayo de 2013

¿Cómo ha evolucionado la enseñanza literaria?

En la clase de hoy hemos comenzado hablando sobre algo importante, muy en relación con las nuevas tecnologías. Hoy día vivimos rodeados de estas tecnologías. No debemos olvidar que había antes de esas máquinas. Primero fue el trabajar con las manos y posteriormente la mecanización. Por lo tanto primero debemos hacer que los alumnos aprendan y piensen sin máquinas. El manejo de esas tecnologías vendrá posteriormente. El objetivo es evitar la tecnodependencia de los alumnos.
 Se debe animar a la lectura y la escritura en la biblioteca y en la escuela. En muchos casos toda esa tecnología no es necesaria, al menos en el primer momento. Se podría abogar inicialmente por una escuela "pobre", donde lo importante es el lápiz, el bolígrafo y el papel (y ni siquiera son esenciales).

Hoy también hemos realizado un pequeño recorrido a cerca de la evolución de la enseñanza literaria:


Se introdujo un tiempo, no con la finalidad de descodificar, si no con el objetivo del placer y disfrute y del trabajo de la comprensión lectora. Esto se trabajó mediante la lectura colectiva y se ha mantenido hasta hoy día. Este tipo de lectura trabaja la oralidad, la comprensión, el respeto (a los que no saben leer tan bien como otros).

Se habla también de la escritura, de la desacralización de la obra literaria. La idea de cómo ha ido evolucionando la literatura y para qué sirve en las escuelas ha ido cambiando. Antes se daban grande obras (clásicas por ejemplo, grecolatinas) a los alumnos pero lo único que fomentaban era la copia, para la caligrafía y como modelos de retórica. Esto experimentó toda una evolución hasta llegar a hoy día, donde la literatura ha experimentado una desacralización. Las obras literarias se utilizan para contarlas, imitarlas, caricaturizarlas etc. Se utilizan como un material que no deja de ser apreciado por ser empleado de esta forma. Se pueden utilizar las obras como modelo para analizarlas y seguir avanzando. Ahora son modelos en distintos sentidos.

Muchas veces se han utilizado textos literarios simplemente para actividades lingüísticas, sin hacer ninguna referencia o crítica a la estética, ni ninguna referencia a los valores... Se han generalizado algunas prácticas que realmente no sabemos para qué las hacemos (leer un cuento y luego escribir otro, cambiar personajes, etc.). Se ha cerrado demasiado la idea de aquello que es literatura. Habría que ampliar horizontes sobre todo en los cuentos tradicionales. Habría que trabajar también aspectos más allá de la narrativa, por ejemplo el teatro. Se debe trabajar la lectura extensiva e intensiva. Es fundamental crear y fomentar el desarrollo del interés por la lectura, que se convenzan de que la lectura y la literatura son importantes para ellos.
Hay una serie de tics que se repiten sin ser sometidos a demasiada crítica, sin detenernos a analizar si aportan algo o realmente entorpecen. Tendríamos que reconsiderarlas, ver que nos sirve y que no. 

Algo que si hacer:
  • Leer en voz alta. 
  • Que ellos participen en la biblioteca del colegio. 
  • No fomentar que lean deprisa sino bien. 
  • Buscar textos diversos (sirve para la apertura de horizontes). 
  • Proponer diversidad de tareas para los textos. 
  • Que podamos jugar con los textos. 
  • Vincular la idea de leer a la de escribir (que nos sean solo receptores sino también escritores). Leer de forma crítica, como un especialista que quiere saber más. Los mejores lectores son escritores.  
  • Que el maestro lea en clase cosas que les resulten interesantes y que les gusten. 
  • Cordialidad, tranquilidad, que no tengan miedo a las aulas (que si respeto). 
  • Diversidad de textos (que no tienen por qué ser literarios). 
  • No  exigirles que hagan un resumen de todo lo que lean, ya que acabaran aborreciéndolo. En vez de un resumen pueden pintar, o hacer un cómic.  Preguntarles a ellos (y a uno mismo) que se  les ocurre hacer después de leerlo. 
En cuanto al documento el álbum y el texto:


Hay libros en los que son importantes las imágenes, que ellos se fijen en ellas, y también nosotros. Vinculado con la comprensión lectora y las pruebas de PISA, los textos se pueden clasificar por parte de:
·         La tipología: cómo es el texto (expositivos, descriptivos...).
·         La temática: de qué nos habla el texto (jurídicos, científicos, históricos...).
·         La organización del texto:
-          Textos continuos (solo letra).
-          Discontinuos (con dibujos, o gráficos, algo que aporte información).
-          Mixtos (pueden tener letra e imagen.  

La necesidad de leer y de manejar textos se ha universalizado en el mundo desarrollado, ya que en el día a día tenemos que leer constantemente (en el trabajo, a nivel personal...).  Además debemos ser capaces de leer todo tipo de textos. También conviene saber leer más allá de la letra. Los niños a veces se fijan en la letra y no prestan atención a la imagen (en parte por cómo les enseñamos a leer nosotros). Desde que empezamos a trabajar textos con ellos (de todo tipo) debemos hacer hincapié en que lean con calma, que se fijen en los detalles. Tenemos que inculcarles que se fijen también en las imágenes. Todo esto hará de ellos buenos lectores.

También tratamos el texto A favor de las niñas:

Teresa Colomer ha hecho una valoración a partir de 150 obras, de las cuales podemos extraer una serie de cuestiones a tener en cuenta. La literatura se transmite como modelos (lo hace cada cultura, cada pueblo, e incluso a nivel individual). Es reseñable una idea de la autora: parece que hoy en día se han superado los modelos masculinos y femeninos, que ahora hay una igualdad. Colomer desmiente eso, pues la heroína sigue sin ser igual al héroe en muchos casos. Si somos conscientes de cuáles son esas marcas podemos ser mejores mediadores para la lectura y análisis de las obras. La literatura es, y no debemos perderlo de vista, un producto de consumo. Muchas veces algunas de esas obras son cuestionables.
Teresa Colomer llega a una conclusión bastante concreta sobre qué ha pasado en las obras actuales dirigidas a jóvenes y niños con respecto a lo que son los modelos masculinos y femeninos. Los valores masculinos no son cuestionados, pero si los valores femeninos, que son importantes para la persona en sí . Hace también un análisis de a qué se suelen dedicar las protagonistas de los libros para jóvenes y niños. Dice que continúa habiendo muchos personajes masculinos y, pero, por otra parte, subraya que han adquirido algunos rasgos que originalmente eran considerados de mujeres. Son más tiernos, más sensibles, pueden mirar más a su interior... Sin embargo en las niñas no ha habido este avance. Los niños mantienen los buenos valores masculinos y se perfeccionan con los buenos valores femeninos. En cambio las personajes  se ven desprovistas de su parte femenina a favor de unos valores masculinos. 

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