Para ello vamos a hacer un recorrido a través del tiempo.
Nos
interesa ver cómo han ido naciendo las lecturas para niños, que es el canon que
nos ha llegado sin ser demasiado analizado y es el canon que tenemos hoy en día
y que es necesario que sea visto, puesto bajo un punto de vista crítico. No
queremos decir que lo vayamos a desechar, pero sí debemos analizarlo en las
aulas para entenderlo. Con ese canon
también nos han venido determinadas ideas de la lectura. Lo que intentamos
hacer es ver cuál es ese devenir, analizarlo y, entonces, ver qué “tratamiento”
le podemos dar a todo ese canon que es con el que contamos hoy en día.
Antes
del “Lazarillo de Tormes” no existía la literatura infantil como tal. Incluso
los niños eran vistos como hombres y mujeres en potencia, que tenían que crecer
para que se pudiera tratar con ellos. No
había una literatura especial para ellos. Los cuentos que se contaban “como la
niña sin brazos” eran para todos. El
“Lazarillo” por ejemplo es el primer personaje infantil que aparece en la
historia de la literatura española.
Las escuelas
comienzan a tener la necesidad de nuevas lecturas, y es por ello que se
empiezan a buscar textos para que los niños leyeran en las aulas. Esto se hacía
desde una visión, una perspectiva absolutamente funcional y utilitaria, y
vinculada con lo que es la decodificación (no tiene nada que ver con lo que es
la formación, ni el ocio).
Sin embargo, en el artículo de Rodari (pedagogo y escritor) se menciona que no solo se debe leer con un fin totalmente utilitario, sino que cabe hacer una distinción entre leer por
obligación o voluntariamente (porque uno siente la necesidad de leer, porque la
lectura le aporta algo…).
La literatura infantil, en sus inicios, se dirigía al
niño escolar que ya es un niño “artificial”, “domesticado”, al que no le importa tanto aprender como obtener buenas calificaciones y adaptarse al modelo escolar.
Sin embargo, el
artículo también habla del niño que juega. Reivindica la idea de lo lúdico y del
juego como algo importante así como algo formativo. Defiende la idea del juego en
el sentido de creatividad, formación, imaginación, independencia,
autoconstrucción de uno mismo, etc. no debemos tomar la idea del juego como
algo banal o trivial. Esto pudimos verlo cuando realizamos las prácticas en las que debíamos pensar en actividades de expresión escrita que no dejasen a un lado lo lúdico y el humor.
Más adelante habla también de
apoderarse de las palabras, del libro juguete. Debemos tratar de que los niños
tomen el libro como un juguete, ya que si les inculcamos la idea de que libro
es sinónimo de escuela, de obligación, examen… estaremos propiciando un rechazo
al libro. Lo que tenemos que hacer es fomentar que los niños establezcan
relaciones positivas con los libros y para ello el juego es una herramienta y
un recurso excepcional.
Y tal
y como expresa Rodari (2004): “Definir el libro como "un juguete"
no significa en absoluto faltarle el respeto, sino sacarlo de la biblioteca
para lanzarlo en medio de la vida, para que sea un objeto de vida, un
instrumento de vida”.
En cuanto a las funciones de la literatura:
Según Teresa Colomer, profesora en la Universidad de Barcelona y una de las que más a investigado acerca de la literatura infantil y juvenil, las funciones de la literatura y la lectura para los niños, lo que les proporciona desde que son pequeños son:
- Una representación de la realidad. Inicia el acceso a la representación de la realidad.
- Desarrolla por una parte el aprendizaje de la literatura y por otra parte de la asimilación inconsciente de lo que son todas las características de los diversos géneros narrativos, literarios (narración, lirica y teatro).
- Traspasar de la competencia literaria a otras competencias lingüísticas.
- Puede ser un elemento de vinculación de las nuevas generaciones con las anteriores.
- Las traducciones. Europa es un mercado para las traducciones de obras literarias “americanas” que suelen ser muy malas, pero como se venden se publican. Lo mismo para con los cuentos, se traducen algunos que no tienen mucho sentido aquí. (Por ejemplo: Caillou).
También hemos comentado que no se
pueden aligerar las obras literarias hasta el punto de ser solo letritas y dibujitos. Desde el punto de
vista formativo o algo imaginativo no ofrecen nada. Se puede ver en ellos la
ausencia de elementos narrativos esenciales y de vocabulario (parece que hacen
libros para tontos y no para niños).
- Hay un salto de lo que es de las imágenes a las palabras. Las palabras son un código, un símbolo, y los niños aprenden que en esas cosas negras que los las letras escritas se encierran las representaciones de las palabras que realmente remiten a cosas. Es por ello que la literatura colabora con lo que es la construcción del pensamiento simbólico, la capacidad de abstracción y la decodificación de todas esas cuestiones (se pueden aprende cuestiones como lo bello, lo peligroso…).
- Se cree que desde los dos años los niños, cuando juegan en sus juegos simbólicos y hablan solos, en sus monólogos ya hacen ver que están asimilando las convenciones literarias (los personajes…).
A
través de la lectura también van adquiriendo lo que son los esquemas narrativos,
cómo son esos esquemas, cómo se van construyendo los personajes, y lo que tiene
que ver también con los géneros literarios. Por ejemplo se asimila lo que es el
modelo de narración. Aquí aparecen todo lo que son las características del
esquema narrativo: tenemos un narrador, alguien que cuenta una historia, los
protagonistas, el escenario, un principio, un desarrollo y un final. Todo ello
lo van asimilando y es, además, lo que luego podemos traspasar a la creación de
la escritura.
Algunas consideraciones a tener en cuenta cuando hablamos de trabajar la lectura:
- En los comienzos tienen que ser narraciones cortas, porque la atención de los niños no está muy desarrollada todavía.
- Debemos hacer también una diferenciación importante entre los cuentos para aprender a leer y los que son para ser leídos y escuchados. Entre lo que es la lectura individual para aprender a leer (libros para aprender a leer) y lo que son los libros para ser leídos en los comienzos del acercamiento a la lectura. A los niños más pequeños podemos leerles cuentos de 2000 palabras y los pueden asimilar sin problemas si hay una trama clara y unos personajes definidos.Por eso hoy en día se fomentan la idea de que participen personas colaboradoras que son ajenas a los maestros (abuelos, etc.), que vengan al aula a leer cuentos o noticias por ejemplo.
- Es importante tener en cuenta que todos nosotros (y los niños también) tenemos una herencia cultural con la que vamos a trabajar:
- Es por ello que cuando vienen niños inmigrantes es importante que sigan manteniendo el andamio y la seguridad de su cultura, y es responsabilidad nuestra como maestros ofrecer la posibilidad de ello, de que puedan tener acceso a sus lecturas, de que no pierdan sus raíces, etc.
- Trabajar la ironía, la contraliteratura (nos referimos por ejemplo a, en lugar de escribir Caperucita, escribir Caperucito), las novedades... es muy constructivo. No obstante no es conveniente hacerlos cuando todavía son muy pequeños y no tienen el bagaje cultural necesario para entender estas novedades.
- Es a partir de los 8-10 años cuando ya se pueden plantear obras que planteen ironías, que rompa con los esquemas.
- A los 2 años lo que les interesa es el mundo conocido y lo que ellos han experimentado.
- Es ya a los 4 años cuando comienzan a interesarse por lo desconocido. Puede haber una ampliación de lo que viene a ser la fantasía. Se pueden introducir obras con nuevos referentes.
- DEBEMOS ESCUCHARLOS. Debemos hacer caso a lo que ellos cuentan, lo que ellos inventan. Esto nos da una imagen, una idea de por dónde se están moviendo, de qué les interesa.
- Lo que tiene que ver con el humor, existen pequeñas bromas que cuando son más pequeños se asimilan mejor si van asociadas a animales (esto es así porque lo que se admite en el mundo de los animales no es lo mismo que lo que se admite en el mundo de los humanos). Este tipo de bromas pueden trabajarse en primeros ciclos. Sin embargo como hemos mencionado antes, todo lo que tiene que ver con el cuestionamiento de la realidad, etc. es mejor verlo de 2º ciclo en adelante.
- La idea de la imagen es importante. Podemos pedirles, por ejemplo, que antes de escribir un relato, dibujen cómo será el personaje. La imagen es un elemento que ayuda a fijar el pensamiento, las características que va a tener su relato. Además normalmente gusta dibujar, y puede ser una herramienta de ayuda para que cojan interés por la escritura.
- No obstante es obvio que no podemos quedarnos en una descripción únicamente física del personaje. Más adelante también deberán explicitar cómo es ese personaje, cómo se comporta si le ocurre tal cosa, construirlo psicológicamente (ésto se trabajará más a partir del 2º ciclo).
Debemos tener también presentes las diferencias existentes entre las características de la narrativa actual y la narrativa clásica:
- Pasamos de los narradores omniscientes a los narradores que pueden no saberlo todo (por ejemplo libros en 1ª persona). En los libros actuales dirigidos para niños vemos como hay varios tipos de narradores, pero, si el lector es competente lo asimila y pasa a formar parte de su competencia literaria.
- Actualmente, en el 80% de las narraciones hay elementos de humor, se puede observar en ellas un elemento de desmitificación. Antes sin embargo esto no existía ya que no se entendía el humor como un valor. Ni en la historia del arte en general ni en la historia de la cultura el humor fue considerado un valor. Solamente una serie de obras muy puntuales presentaban toques de humor. Concepción, aunque no lo creamos, todavía sigue teniendo su efecto en la actualidad. Por ejemplo, en el cine, en el teatro, etc. todavía se aprecia más la tragedia que la comedia.
- En las historias infantiles actuales podemos ver como los personajes viven con sus familias y apenas se mueven. Sin embargo en la narrativa de hoy se puede apreciar como hay una interiorización de conflictos (por ejemplo "Tengo dos papás, ¿y qué?"). En los cuentos más tradicionales había más viajes. En la actualidad, en cambio, se plantean problemas internos al que los niños tienen que hacer frente y salir de él.
Y para finalizar comentare como Teresa Colomer hace que reflexionemos sobre la literatura sexista y la no sexista.
- Cuando son pequeños no podemos "marearlos" con un mundo que todavía no han asimilado. Primero tenemos que trabajar con los modelos que existen, los cuentos tradicionales que nos llegan y las lecturas que hay, y que trabajen con eso. Ese cuestionamiento tiene que venir después.
- Pero, ¿cómo trabajar esas cuestiones más adelante?
- A través de la reflexión, el análisis, la desmitificación, la desautomatización, ese cuestionamiento del mundo. Primero debemos interiorizar los modelos sociales en los que nos movemos y luego es cuando nos pueden llegar esos cuestionamientos de dichos modelos.
- Cuando estemos trabajando con determinados cuentos (La Cenicienta", "La bella durmiente") podemos (y debemos) provocar reflexiones, cuestionar aquellos sucesos que tengan lugar en el libro en el mismo momento en el que los veamos.
Fotograma de la película "Ella es el chico" |
- A veces, cuando buscamos protagonistas femeninas que rompan con los roles, nos encontramos hiperactuaciones o con que las protagonistas están asumiendo los papeles de los hombres y rechazando completamente a los de las mujeres. O tenemos mujeres hiperfemeninas o son unas "marimacho". Debemos buscar un equilibrio (que no es fácil). Que una mujer sea líder no significa que tenga que deshacerse de su feminidad y adoptar roles completamente masculinos, sino que pueden haber chicas normales sin que tengan que ir por ahí matando dragones o jugando al fútbol, ni haciendo lo que no quieren hacer solamente por equipararse a los hombres.
0 comentarios:
Publicar un comentario