Profesora de la asignatura

Mº Consolación Allue Villanueva

miércoles, 13 de marzo de 2013

Aprender a aprender y claves para enseñar

Hoy hemos tratado sobre la competencia de aprender a aprender y sobre la idea de una evaluación formadora.
Ésta clase de evaluación trata de evaluar de tal manera que el proceso le permita al alumno regular su autoaprendizaje. Así pues, el niño sabe con qué aprende y cuando aprende, donde esta el fallo, si ha pasado por alto algo importante… 
Debemos ayudar a los alumnos a que atribuyan los resultados de sus procesos de aprendizaje causas que están bajo su control y que son modificables. Si el resultado de nuestro proceso de aprendizaje escapa de nuestro control y recae solamente en el profesor no seremos autónomos ni avanzaremos y el concepto de aprender a aprender y aprendizaje para toda la vida será una utopía.

Relacionado con la idea de aprender a aprender, resulta muy útil emplear la escritura para aprender, así como herramienta de aprendizaje. Si escribimos nos vemos obligados a explicitar, a ordenar nuestras ideas y tomamos conciencia de ellas. De la misma manera, las tareas de lectura y escritura reflexiva también nos ayudan a este fin.




A continuación algunas: 
Claves para enseñar

Antes de empezar a nombrarlas, debemos tener en cuenta que vivimos en un mundo letrado: 
  • Los niños tienen que sentir que leer y escribir es importante. Por ello, y a pesar de ser tachada de hipócrita, si a los profesores no les gusta leer, deberían llevar, aunque solo fuera por aparentar, libros a clase para ejercer como modelo de conducta y que los alumnos vean que sus maestros se manejan con libros. 
  • También importa mucho el ambiente familiar. Si los familiares del niño o niña leen bastante es muy probable que su hijo o hija en un futuro también lo haga. Cuando son pequeños esto tiene que ver con el juego simbólico (si los niños ven que los adultos leen, los niños jugarán a que leen, los imitarán). 
  • La exposición a la lectura y literatura son importante. 
    • Debemos procurar entre otras cosas que la biblioteca del aula esté siempre bien surtida y con una gran variedad de temas y géneros entre los que escoger. 
    • También ayuda un ambiente en el que haya muchos carteles que puedan ir leyendo y copiando. 
Algunas claves para enseñar o actividades que llevar al aula:
  • El profesor puede ser la mano que escriba cuando los niños son muy pequeños y no sepan todavía redactar muy deprisa. Los alumnos pueden dictar al maestro lo que ellos quieren que él escriba.
  • Crear estrategias propias a la hora de escribir.
  • Fomentar que sean ellos también los que hagan cosas. Estar pendientes de que, de vez en cuando, se atrevan a sugerir ideas que llevar al aula (especialmente con los alumnos más retraídos).
  • Dejar que investiguen, que sean los protagonistas del aprendizaje, que se fomente el aprendizaje a través del descubrimiento. Además son esos aprendizajes los que realmente permanecerán y servirán para seguir adelante.
  • El error como referencia para aprender.
    • Valorar cuando a un alumno le salga bien especialmente una cosa.
    • Pero también analizar porque se ha producido un error cuando sea necesario.

A veces nuestras investigaciones pueden no salir tan bien como deseamos, pero un error solo significa estar más cerca que antes de dar con el acierto.
  • Lo que tiene que ver con copia tenemos que desecharlo en la medida de lo posible. El objeto de la expresión escrita no tiene nada que ver con lo que alcanza con la copia. Si ponemos especial atención en que copien pulcramente estaremos centrando la atención en el objetivo de que la hoja quede maravillosa, y no es esa la finalidad que buscamos. Además esa tendencia a la copia va a ser algo que limite en un futuro. Así no estamos fomentando la capacidad de elaborar un texto escrito.
    • No serán autónomos cuando les demos ya predeterminado el tema sobre el que tienen que escribir.
En cuanto a los materiales:
  • Debemos llevar al aula materiales reales: libros, periódicos, revistas infantiles y juveniles que les hacen enfrentarse a otro tipo de textos.
  • Debemos fomentar situaciones reales de lectura y escritura:

    • Periódicos para plantearles situaciones un poco más complicadas, un nivel mas de exigencia, que se sale de su ámbito más cercano.
    • Estos materiales los podemos encontrar en las bibliotecas.
  • Si vemos textos diferentes también podremos ver y trabajar el contraste estético entre unos y otros. No solo cuentos y obras literarias. Si vemos los periódicos y los artículos de las revistas, etc. podremos saber cuales son las cualidades de los textos literarios.
  • Con los libros de texto existe una cuestión, y es que son el resumen de, a su vez, otros resúmenes. En ocasiones esto perjudica a los niños, ya que está todo demasiado concentrado y, en ocasiones, no se entiende demasiado bien.
    • Los textos de las revistas, de los periódicos... se centran en cuestiones más parciales pero que resultan más reales que los libros de texto.

Un breve resumen sobre Canon Escolar escrito por Pedro Cerrillo
Habla sobre tres conceptos clave:
  1. El objetivo principal de la enseñanza y aprendizaje de la literatura es la capacitación del estudiante para acceder a una forma de comunicación. La literatura es, en primer lugar, una forma de comunicación que tiene un lenguaje especial (las leyes de la literatura son diferentes a las leyes del lenguaje cotidiano).
  2. La literatura transmite un mensaje estético:
    • Previamente ha habido que modificarlo.
    • Tenemos que trabajar la descodificación de ese mensaje literario en sus claves literarias con los  alumnos. 
  3. Trabajar con la literatura es complejo. Supone el desarrollo de la competencia literaria, que no es algo innato al individuo ni tampoco es totalmente necesario, al contrario que, por ejemplo, tener unas nociones básicas de matemáticas o saber emplear el lenguaje para hablar. 
En cuanto a los cánones:
Debemos tener cuidado con los cánones, ya que todo canon tiene que ver con cerrar y puede llegar a tener un elemento de manipulación y perversión.
Cuanto más leemos más amplio es el canon. Es importante precisar qué seleccionamos, qué valores queremos transmitir a nuestros alumnos, etc. Desde luego, el punto de partida hoy en día será el pluralismo.
Sin embargo seleccionar siempre conlleva a elegir. Una cosa es lo que vayamos a trabajar con los alumnos en el aula y otra que además podamos tener en el aula otros complementos en la biblioteca que los niños puedan coger libremente y leer. Podemos valernos de ellos.

Los cánones también pueden cambiar. Hace unos años, el concepto de literatura era mucho más argumentativo. Ahora, no obstante, se considera que la literatura no son solo argumentos, es un arte que se difunde en palabras, que tiene toda una serie de desarrollos estéticos (por eso debemos incluir también, además de narrativa, géneros como poesía, etc).

Normalmente, cuando se habla de canon se suele hablar de textos clásicos, obras que se han ido seleccionando históricamente:
  • Por una parte porque pueden tener una serie de valores intemporales, que pueden ser éticos, pero además valores estéticos. Porque son representativas de algunas tendencias.
  • Los cánones en literatura se construyen de la siguiente manera: de toda la historia de la literatura universal, cuando se hace un canon para la escuela, nos quedamos con “trocitos”, fragmentos mínimos. ¿Y por qué solo se escogen esos  "trocitos" y no más? ¿Quizás porque quien decidiese esos cánones no conocía más que esos fragmentos? Es por ello que debemos cuestionarnos también los cánones. Tenemos que pensar que los cánones son la simplificación de la simplificación. Lo que se considera el canon mas habitual de literatura clásica es paupérrimo.
  • En la construcción de los cánones también hay una serie de "límites". Por ejemplo: de Quevedo se suele leer el “Cerrar podrá mis ojos la postrera” cuando sería mucho más entretenido e interesante para los alumnos otros cientos de sonetos más como “Gracias y desgracias del ojo del culo” (al pinchar en la imagen podemos leer el soneto). Igual así conseguiríamos motivarlos más, “picarles” la curiosidad. Quizás no se incluyan dentro de los cánones esta clase de obras por miedo o vergüenza. Sin embargo, si algo es cierto es que los tabúes  han recortado tan excesivamente la historia del arte que se ha quedado tan sosa que no atrae a nadie.
  • Los valores de los cánones clásicos pueden mantenerse o pueden cambiar. Esto está en relación con la teoría de la recepción de Jauss: en ella se analiza cómo los clásicos en cada época se han percibido de manera distinta, se han ido subrayando más unos valores que otros (el quijote en su momento fue una parodia de los libros de caballerías y, por el contrario, en la actualidad se considera el libro de caballerías por excelencia).
En general, es interesante que añadamos lecturas clásicas en el aula, ya que es valioso para la formación humana y personal del alumno. La literatura nos ayuda a conocer, a tener experiencia sobre el mundo:
  • Nos dan a conocer nuestra cultura.
  • Ofrecen modelos de escritura.
  • Es parte de nuestra herencia.
  • Aporta puntos de vista sobre cómo se veía el mundo en otras épocas: 
    • El Lazarillo de Tormes es un gran ejemplo, ya que a través de él podemos adivinar cómo era la vida de los niños en esa época, que tenían que trabajar para sobrevivir y ganarse el pan, etc.
Los maestros tenemos que saber escoger fragmentos y algunos pasajes según la edad y el momento adecuado para trabajarlos.


Algunas propuestas para llevar al aula podrían ser:
  • Ya que todos los escritores se basan en los que los preceden: podríamos darles a los alumnos un cuento. Les pedimos que dejen el final y el principio igual y que cambien lo del medio.
  • Cuando hacemos actividades de lectura y escritura podemos y debemos darles lecturas y escrituras que les exijan un nivel más, un esfuerzo lector mas a la mente (para que ésta no se haga vaga). 
    • Eso sí, siempre que sea un reto, pero no excesivo.
    • También que sea un cebo por el que se sientan atraídos y les de curiosidad de saber más y leer más, no que les aburra y les espante.
  • Hay muchas adaptaciones de obras tradicionales. 
  • Escena del libro El Lazarillo de Tormes
    • Nos preguntamos ¿hay que adaptar los textos? En Primaria se puede y se debe. En el caso de Lazarillo, por ejemplo, habría que pasarlo a castellano actual.

    • Cuando traducimos obras de otros idiomas también se denomina adaptación.  Si solo pensamos en obras castellanas estaremos mutilando. Puede haber obras extranjeras muy interesantes. Tenemos que tener en cuenta todo lo que nos ofrece la literatura universal, que es muchísimo.
    • Pueden ser muy útiles las lecturas fragmentadas (trocitos de literatura).
    • Los alumnos pueden leer en casa un fragmento y comentar en clase ese pasaje al siguiente día.
  • La lectura comunitaria a modo de tertulia va a propiciar que ellos vayan asimilando métodos de lectura. Si disfrutan en el grupo, luego será más fácil que disfruten a solas.






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